No hay niño en todo el mundo que no conozca la historia de los Reyes Magos de Oriente. Meses de travesuras y mal comportamiento se van desvaneciendo a medida que se acerca el 6 de enero. Unos días antes de la fecha, los niños dejan en el árbol de Navidad su carta a los Reyes con lo que quieren de regalo o compran un globo con los Reyes Magos en dibujo, la atan a su cordón y lo sueltan, de tal manera que el mensaje llega más directo. Ellos atrapan los globos y leen las cartas, si la han dejado en sus hogares, cada noche antes del Día de Reyes visitan las casas de los niños a tomar sus peticiones.
La noche del 5 de enero es tradición que toda la familia se reúna a partir la Rosca de Reyes y los niños dejen debajo del árbol un zapato para que los visitantes pongan ahí sus regalos. Entonces, a la mañana siguiente, los pequeños se levantan tan temprano como nunca lo hacen y corren emocionados a ver lo que les han traídos los Reyes Magos. El resto del día suelen ser risas y niños jugando con sus regalos, por su parte, seguramente Melchor, Gaspar y Baltasar duermen una merecida siesta para recuperar fuerzas.
Pero, ¿alguna vez te has preguntado dónde consiguen los juguetes los Reyes Magos? Es cierto que pueden hacerlos con su magia, pero las cosas ya no son tan fáciles. Antes, los juguetes eran de madera y metal, podían crearlos fácilmente con sus manos a montones, luego surgió el plástico, que si bien era algo innovador con las muñecas y los coches, aprendieron a manejarlo rápidamente. Sin embargo, los juguetes de ahora son muy modernos y detallados, corren, brincan, bailan, sacan luces, hablan y los pobres necesitan mucha magia y concentración para hacerlos, simplemente no se dan abasto.
Add a Comment